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Como madre, ¿sientes una gran presión emocional sobre ti misma?

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Si eres madre, ya sabrás que es una de las experiencias más exigentes que existen. Nadie te prepara para la cantidad de decisiones, responsabilidades y sacrificios que conlleva.

 

Y sin darte cuenta, te ves atrapada en una espiral de presión constante.

 

Una presión que te dice que tienes que poder con todo.
Que si sientes que no llegas, es porque no te organizas bien.
Que si pides ayuda, es porque no eres lo suficientemente válida.

 

 

Pero, ¿de dónde viene realmente esa presión? Y lo más importante… ¿cómo puedes liberarte de ella? 

 

 

“Siento que todo depende de mí, que si yo fallo, todo se cae”. 

“No tengo derecho a quejarme, hay madres que lo pasan peor”. 

“Me agota ser la que siempre tiene que saber qué hacer”.

“Tengo que demostrar que puedo con todo, aunque por dentro me sienta agotada”. 

 

 

Si te suena alguna de estas frases, es posible que lleves años cargando con una mochila emocional que no te corresponde... veamos de dónde te viene: 

 

¿Por qué sientes que tienes que poder con todo? 

 

 

Esta presión no aparece de la nada. La sociedad ha colocado sobre los hombros de las madres una cantidad de expectativas imposibles de cumplir.

 

 

La madre abnegada: La que da todo por sus hijos sin quejarse.


La madre perfecta: La que está siempre presente, paciente y organizada.


La madre que no se equivoca: Porque cualquier error puede afectar a sus hijos de por vida.

 

Te han hecho creer que si no encajas en esos modelos, estás fallando. Y es agotador vivir con ese miedo constante.

 

Pero déjame decirte algo: esas expectativas son una trampa. 

 

Que seas madre, no significa que te pierdas a ti misma por el camino.

Que seas madre, no significa que todo tenga que recaer sobre ti.

Que seas madre, no significa que tengas que callar lo que sientes.

 

¿Qué síntomas te están diciendo que cargas con una presión insostenible? 

 

 

Cuando esta presión se acumula, la culpa y el agotamiento son las primeras señales de alerta. 

 

 

Culpa: Sientes que podrías hacerlo mejor, que deberías ser más paciente, que no estás haciendo lo suficiente, que otras madres pueden, pero tú eres incapaz.

 

Agotamiento: Te levantas cansada, vives en modo supervivencia y sientes que nunca hay un momento para ti.

 

 

Y cuando combinas estos dos ingredientes, el resultado es que te dejas en último lugar. Y te convences de que "esto es lo que toca", sin darte cuenta de que poco a poco estás apagándote.

 

Ejercicio: El balance invisible 

 

Por eso y porque aún estás a tiempo, quiero proponerte un ejercicio que puede ayudarte a identificar qué te está desgastando más de la cuenta.

 

Paso 1: Haz una lista por escrito con TODO lo que haces en un día. No solo las cosas evidentes como “trabajar” o “hacer la comida”, sino también:

 

✔️ Tomar decisiones sobre qué comerán tus hijos.

✔️ Asegurarte de que nadie olvide nada antes de salir de casa.

✔️ Responder mensajes del cole o del grupo de madres.

✔️ Planificar el día sin que se solapen actividades.

 

 

Paso 2: Marca con una ⭐ aquellas tareas que podrías delegar o compartir con tu pareja, hijos o familiares.

 

ATENCIÓN: No te limites pensando en que no colaborarán si se lo dices, que te llevará más trabajo convencerles y estar detrás que hacerlo tú o directamente pensando que no saben. Cuidado con estas trampas de tu mente.

 

 

Paso 3: Observa el resultado.

Si la mayoría de las tareas recaen sobre ti, sin que nadie lo note ni lo valore, ahí tienes la razón de tu agotamiento. No es que no sepas organizarte. Es que llevas demasiado peso sola.

 

Tu bienestar... ¿también es una prioridad? 

 

Si sientes que esta presión te está consumiendo, quiero que te hagas una pregunta:

 

Si fuera mi hija la que se sintiera así, ¿qué le diría? 

 

Seguramente, le dirías que se cuide. Que no tiene que demostrarle nada a nadie. Que merece apoyo.

 

Pues, ahora, dime: ¿Por qué no te lo dices a ti misma?

 

Tú también mereces sentirte bien. Mereces vivir la maternidad sin que la presión te ahogue porque, además de madre, eres mujer. 

 

 

Si necesitas apoyo para soltar la culpa, recuperar tu energía y encontrar un equilibrio real, aquí estoy para ayudarte, puedes escribirme por email a [email protected] o directamente por Whatsapp aquí: 

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