
No puedo aplicar contacto cero porque tenemos hijos, ¿qué hago?
Descubre cómo protegerte emocionalmente y mantener límites saludables, incluso cuando hay hijos en común.
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¿Te han dicho que apliques contacto cero pero tú no puedes, porque hay hijos de por medio?
¿Sientes que sigues expuesta a una persona que ya no forma parte de tu vida emocional, pero sigue presente en tu vida?
Esto no es teoría. Esto es la vida real. Y si estás viviendo una ruptura de pareja con hijos en común, sabes que no puedes simplemente “bloquear y desaparecer”.
Pero eso no significa que no puedas protegerte. Aquí te cuento cómo hacerlo.
1. Cuando el contacto cero clásico no es una opción
El contacto cero, tal como lo conoces, funciona cuando puedes cortar todo vínculo: no hablar, no ver, no seguir en redes. Pero cuando hay hijos en común, la cosa cambia.
Tienes que seguir hablando para temas escolares, médicos, económicos. A veces incluso verle varias veces a la semana en los intercambios.
Y eso puede ser un reto emocional. Porque el vínculo emocional no se rompe tan fácilmente cuando hay un canal constante de contacto.
Aquí entra una alternativa poderosa: el contacto cero emocional.
2. ¿Qué es el contacto cero emocional?
Es una forma de proteger tu paz mental sin desaparecer del mapa.
Significa que, aunque tengas que tener contacto logístico, tomas el control sobre cómo ese contacto te afecta emocionalmente.
No le compartes tus emociones.
No le das acceso a tus momentos vulnerables.
No discutes temas personales.
No te justificas ni le explicas lo que haces con tu vida.
Hablas como si fuera un trámite. Con respeto, claridad y una distancia emocional que te permita sanar.
3. Cómo poner límites sin que afecte a tus hijos
Uno de los mayores miedos es que estos límites acaben dañando a tus hijos. Pero pasa justo lo contrario: cuando tú estás bien, ellos también lo están.
¿Cómo hacerlo sin dañarles?
- Comunicación neutra: si puedes, usa email o mensajes escritos solo para lo necesario. Nada de llamadas innecesarias.
- No contestes provocaciones: si tu ex te ataca, te culpa o te busca emocionalmente, no caigas en la trampa. Respira, cuenta hasta diez, y responde solo si es estrictamente necesario.
- Hazlo por ellos, pero también por ti: a veces, sin darte cuenta, podrías mantener una conexión emocional que ya no te beneficia pensando que lo haces por el bien de tus hijos. Pero recuerda: lo que ellos más necesitan es una madre que esté tranquila y emocionalmente equilibrada.
Poner límites no significa abandonar, sino priorizar tu bienestar para cuidar mejor de ellos.
4. El gran desgaste: lo que nadie ve desde fuera
Desde fuera parece fácil. “Ya no estás con él, ¿no? Entonces pasa página.”
Pero la realidad de gestionar citas médicas, mensajes, discusiones, decisiones compartidas… con alguien que te hizo daño puede ser agotadora.
Además, algunos ex siguen manipulando, controlando o culpabilizando, a menudo usando a los niños como excusa.
Por eso, el contacto cero emocional no es solo una opción, sino una necesidad para proteger tu paz.
5. Estrategias prácticas para proteger tu energía mental
Porque no basta con “intentar que no me afecte”. Necesitas acciones reales:
- Define un protocolo personal: decide de antemano cómo te comunicarás (email, mensajes breves), con qué tono y qué temas son prioritarios.
- Visualiza un escudo mental: antes de cada interacción, imagina que te pones una especie de escudo invisible. Estás tú. Está la gestión. Pero no le dejas entrar más allá porque te protege emocionalmente.
- Escribe lo que no puedes decir: si necesitas desahogarte, escríbelo en un lugar privado, pero nunca lo compartas con él.
- Rodéate de apoyo: habla con personas que entiendan tu situación sin juzgarte ni minimizar lo que sientes.
Ejercicio práctico: Crea tu manual personal de límites
- Identifica lo que te desestabiliza.
¿Qué situaciones o frases te agotan emocionalmente? Escríbelas. - Diseña respuestas estratégicas.
Por ejemplo:
– Si me lanza indirectas → No responder, respirar, centrarme en el objetivo. "No voy a entrar en ese tema. Centrémonos en los niños".
– Si me pide favores personales → Decir “no puedo ayudarte con eso ahora”. - Crea un recordatorio personal.
Escribe una frase que te ayude a mantener tu enfoque emocional:
"Puedo estar en contacto, pero no disponible emocionalmente. Mi paz es mi prioridad".
No eres una mala madre por querer estar en paz
Tener hijos en común no significa que debas seguir aguantando.
Sí, hay que cooperar. Pero no a costa de tu salud mental.
Y si alguna vez dudas, recuerda esto:
Tú no eliges los conflictos, pero sí puedes elegir la paz dentro de ti.
¿Necesitas ayuda para aplicar contacto cero emocional con hijos en común? Escríbeme por email a [email protected].
Estoy aquí para acompañarte en este proceso y trabajar juntas para que recuperes tu tranquilidad.
Si lo prefieres, puedes escribirme directamente por Whatsapp aquí: