
¿Tu baja autoestima te hace sentir que no eres valiosa?
CONTACTAR POR WHATSAPP
Si alguien te preguntara qué piensas de ti misma, ¿qué responderías?
Tal vez dirías que eres buena persona, que intentas hacerlo bien, que das mucho por los demás.
Pero si fueras completamente sincera, ¿dirías que te sientes valiosa?
Si la respuesta es un "no", un "no siempre" o un "depende de los días", quédate.
Cuando sentirte suficiente no depende de ti (o eso crees)
Muchas veces, la autoestima no se trata solo de cómo te ves, sino de cuánto dependes de que los demás te vean bien para sentirte bien contigo misma.
Quizá sientes que:
Necesitas que los demás te reconozcan para saber que vales.
Si alguien te critica o te rechaza, se te queda dentro como una verdad absoluta.
Te cuesta decidir porque dudas de si estarás haciéndolo bien.
Sientes que, por mucho que hagas, nunca es suficiente.
Y lo peor de todo es que, aunque quizá lo intentes disimular, en el fondo te pesa y mucho.
Esa inseguridad aparece en pequeñas cosas, como pedir opinión antes de hacer algo, justificarte demasiado o pensar demasiado en lo que dijiste en una conversación.
Otras veces, se vuelve más grande y te paraliza: no te atreves a pedir lo que quieres, a decir "no", a ponerte en primer lugar.
Y todo esto puede llevarte a un círculo agotador en el que siempre esperas que algo externo valide lo que eres: una pareja, el trabajo, la aprobación de tu familia o simplemente el hecho de sentir que encajas.
Pero lo peor de todo es que, cuando consigues esa validación, el alivio dura poco. Porque dentro de ti, sigue faltando algo.
La mentira que has creído sobre la autoestima
Nos han vendido la idea de que la autoestima es algo que se "construye". Como si fuera una casa: primero cimientos, luego paredes, luego el tejado.
Pero no funciona así.
La autoestima no es algo que se añade desde fuera, sino la relación que tienes contigo misma.
Y si la base de esa relación está llena de dudas, culpa o miedo, no importa lo que hagas fuera: cambiar de trabajo, mejorar tu apariencia, hacer más esfuerzo… Siempre volverás al mismo punto.
Esto explica por qué muchas mujeres que lo "tienen todo"—un buen trabajo, una pareja, amigos, estabilidad—siguen sintiéndose igual de inseguras. Porque la autoestima no se basa en lo que tienes, sino en lo que te permites sentir sobre ti misma.
Y si nunca te has permitido sentir que eres suficiente tal y como eres, nada de lo que consigas cambiará eso.
¿Por qué te sientes así? Algunas creencias que podrían estar frenándote
Si te has identificado con lo que llevas leído, es posible que en algún rincón de tu mente haya pensamientos como estos:
"Soy así y no puedo cambiar." → Lo que eres no está escrito en piedra. Lo que crees sobre ti puede cambiar (aunque ahora no te lo parezca).
"Si hago las cosas bien, los demás lo reconocerán y así me sentiré mejor." → No necesitas hacer más para que te validen, necesitas dejar de buscar afuera lo que solo puedes darte tú.
"Arreglarme, mejorar mi físico o cambiar mi entorno hará que me sienta mejor conmigo misma." → Te hará sentirte bien un rato, pero no solucionará la inseguridad de fondo.
"No soy suficiente para merecer lo que quiero." → La pregunta es: ¿por qué crees que los demás sí lo merecen y tú no?
"Tengo que dejar de pensar en esto y distraerme." → Ignorarlo no lo hará desaparecer. Al revés, se te meterá más dentro y después sacarlo todo te costará más.
"Es mejor no pedir nada porque seguro que molesto a los demás." → Aprender a recibir es tan importante como aprender a dar.
"Las demás pueden, pero yo no." → No es que las demás puedan, es que se han permitido intentarlo sin la presión de ser perfectas.
Entonces, si no es con validación externa, ¿cómo cambio esto?
En lugar de intentar "construir autoestima" como si fuera una meta lejana, prueba a enfocarte en reconocer lo que ya hay en ti.
Voy a proponerte un ejercicio para que empieces a verlo de otra forma:
Ejercicio: Reconocer lo que ya está en ti
Paso 1: Piensa en tres momentos recientes en los que hayas tomado una decisión, aunque haya sido pequeña (elegir qué decir en un mensaje, decidir si ibas a una reunión o cómo reaccionaste ante algo).
Paso 2: Escribe por qué elegiste lo que elegiste.
Paso 3: Ahora pregúntate: ¿Tomé esa decisión por mí o pensando en cómo quedar bien con los demás?
Paso 4: Si fue por los demás, ¿cómo habría sido si lo hubieras hecho desde tu propia seguridad, sin miedo a qué pensarían?
Paso 5: Piensa en un momento en el que sentiste seguridad en ti misma, aunque fuera solo por un instante. ¿Qué estabas haciendo? ¿Con quién estabas? ¿Cómo te hablaste a ti misma en ese momento?
Este ejercicio no es para juzgarte, sino para que empieces a darte cuenta de cuántas veces al día actúas en función de lo externo, sin tener en cuenta lo que realmente quieres o necesitas.
Y lo más importante: para que empieces a ver que la seguridad ya está en ti, aunque sea en pequeños momentos.
Porque la autoestima no es sentirte perfecta. Es permitirte ser tú, sin miedo.
No necesitas hacer más. Necesitas tratarte diferente.
Si sientes que nunca eres suficiente, el problema no está en lo que haces o en lo que logras, sino en cómo te hablas y te tratas a ti misma.
Y si has llegado hasta aquí, es porque quieres quererte y respetarte a ti misma.
Si sientes que necesitas trabajar esto con alguien que realmente lo entienda, busca una persona con la que conectes, será esencial en el camino que vas a recorrer.
Si has conectado conmigo, puedes escribirme por email a [email protected] o directamente por Whatsapp aquí: